Cada niño y niña recreará un pequeño bosque donde podrá construir un refugio que lo podrá personalizar con diferentes árboles y musgo natural que construiremos sobre una base adhesiva. Esta pequeña parte de la naturaleza a modo de refugio, puede simbolizar la familia, los amigos, el lugar donde se habita, o donde nos gustaría habitar. 

Una vez creado nuestro pequeño jardín, lo pondremos en una urna transparente para que siempre esté a resguardo de otros intereses y de esta manera tener en cuenta nuestra responsabilidad como cohabitante de nuestro entorno.