Además, su trabajo, así como su personalidad y su forma de vida, ha tenido, y tiene, un profundo impacto en el empoderamiento femenino y la lucha por la igualdad en su país. Inteligente, decidida, trabajadora e incansable. Invulnerable por su fuerza como mujer e inmortal por el legado de su obra.
Consciente del poder del arte y la cultura, aboga y trabaja incansablemente por un cambio en la sociedad panameña, a través de la Fundación Olga Sinclair. Un cambio que ha de producirse, y ella es muy consciente, a través de la educación, para conseguir modificar, desde la más tierna infancia, los comportamientos machistas y racistas, liberando a los panameños de sus perjuicios y generando un verdadero cambio social en el país. Porque Sinclair sabe perfectamente que sólo el arte y la cultura son capaces de abrir la mente y estimular la imaginación de las personas para poder, así, deshacernos de rígidas normas y comportamientos heredados que no hacen otra cosa que limitar el desarrollo, la evolución y la transición a una sociedad mejor, más igualitaria y libre de cualquier tipo de violencia.
“Lágrimas rojas” es la obra que Olga Sinclair ha creado para el Vitrall del MuVIM con el fin de conmemorar el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia de Género. Una gran mancha de un impactante y potente color rojo que representa el dolor de todas las mujeres que sufren la gran lacra social que es la violencia contra las mujeres. Pero, al mismo tiempo, también simboliza un punto final, un “se acabó”, porque si hay mujeres que sufren, también las hay, muchas más, que luchan día a día para poner fin a esta epidemia silenciosa.
El rojo de las lágrimas de Sinclar estimulan todos nuestros sentidos, porque como decía Voltaire, sin sentidos no hay memoria. Y sin memoria, nunca habrá cambio social. A través de esta intervención de una impactante fuerza gestualista, Olga Sinclair pone el poder de su arte, y sus “Lágrimas rojas”, al servicio del cambio social y de la lucha contra la violencia machista. El compromiso de su legado artístico continua, y continuará, inspirando a las generaciones futuras para seguir trabajando por un mundo igualitario y libre de violencia de género.
Nace en la ciudad de Panamá en 1957 e inicia su carrera artística tempranamente bajo la tutela de su padre, el maestro Alfredo Sinclair Ballestero.Ingresa en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid (España)en 1976, donde estudia bellas artes y recibe instrucción de dibujo clásico. Tres años más tarde, regresa a Panamá para estudiar diseño de interiores en la Universidad Santa María La Antigua
Vuelve a Europa donde desarrolla estudios de investigación artística en Londres, viviendo luego en Bolívia e Indonesia donde nacen sus hijas. Su pintura se proyectará en América, Europa y Asia en más de cincuenta exposiciones individuales; entre las que cabe destacar su Retrospectiva en Palazzo Medici Ricardi (Florencia), Royal National Gallery (Amann) y Casa de América (Madrid), participando simultáneamente en más de doscientas muestras colectivas en varias ciudades de los tres continentes.
Siempre preocupada por las causas sociales, en particular por la educación de la infancia, en el año 2010 crea la Fundación Olga Sinclair, cuyo propósito es incentivar en los niños valores como el respeto y la tolerancia hacia los demás a través de la expresión artística y del amor a la cultura.
Hasta la fecha, la Fundación ha pintado con más de 85.000 niños en Panamá y en numerosas partes del mundo obteniendo el Guinnes World Record por haber conseguido la mayor cantidad de niños pintando a la vez. En su extensa carrera, Sinclair ha recibido numerosos premios, homenajes y reconocimientos, como recientemente el Premio Iberoamericano a las Artes y a las Letras por la Fundación Carlos lll en Madrid y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad del Caribe en Panamá. Desde 2014 es Embajadora Cultural del Gobierno de la República de Panamá