El discurso misógino —elaborado por filósofos, escritores, sacerdotes— ha ido construyendo un mundo en el que ellas son seres defectuosos, inmaduros, irracionales. La mujer, instrumentalizada, enmascarada bajo sucedáneos sumisos y obedientes, es presentada como un ser silencioso y débil que necesita de la vigilancia y el control varonil. Las amazonas, las guerreras, las diosas celtas, fenicias, mayas, hindús y otros prototipos de poder, se desplazan de la historia sustituidas por identidades femeninas desvaídas, mientras la legitimación de la violencia contra cualquier forma de transgresión a ese modelo dado, pervive inoculada y camuflada en las bases de la sociedad patriarcal hoy.
Suspiro esmeralda reivindica la fuerza de la mujer que avanza, rompe, crea y crece
«Suspiro esmeralda» reivindica la fuerza de la mujer que avanza, rompe, crea y crece, y nos llama a convertirnos en Priyas entregadas a la lucha contra la violencia de género y la desigualdad. Cari Roig nos empodera, y nos recuerda que el arte es Vida, Amor, Alegría, y también un instrumento para la transformación social, el autoconocimiento y el cultivo de la propia felicidad. Porque, en definitiva, se trata de alcanzar la libertad responsable, la libre responsabilidad y practicar el arte de ver —y verse—bien. Ese arte que practicaba El Pequeño príncipe cuando nos decía que «sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos».
Imagen de un cómic sobre Priya, heroína hindú contra la violencia de género
Esta obra es una magnífica síntesis de la trayectoria de Cari Roig, desde sus comienzos en Equipo Limite hasta su actual trabajo en Arco Iris rie con las internas de Picassent. Guerrera, poderosa y vibrante, la mujer que nos propone, —enraizada en la tierra— surge, se eleva y se enreda para dar su fruto recogiendo el calor del sol, dando y recibiendo energía transformadora positiva, calidez y amor.