El ballet para orquesta de Romeo y Julieta fue escrito por Serguei Prokofiev (1891-1953) y estrenado en el año 1940. La Suite para viola y piano responde a un arreglo del viola Vadim Borisovsky (1900-1970), nacido en Moscú. Se trata de una obra que requiere de gran virtuosismo por parte de los intérpretes.
Serguei Prokófiev
La carrera pujante de Dmitri Shostakovich (1906-1975) sufrió un inesperado revés con el estreno en 1934 de su segunda ópera, Lady Macbeth de Mtsensk: a pesar de ser recibida con entusiasmo por parte del público, tanto en Leningrado como en su posterior puesta en escena en Moscú, fue retirada de cartel tras la aparición en el diario oficial Pravda de una crítica titulada «Caos en vez de música», en la que se acusaba al compositor de haber escrito un «concierto de aullidos», ajeno a los principios de la música socialista, que debía ser clara y fácilmente asequible.
Se iniciaba así una larga y contradictoria relación con el régimen estalinista: mientras en Occidente era considerado el compositor oficial soviético, en su propio país Shostakovich sufría las injerencias de las autoridades culturales. Sin embargo, gracias a su aparente aceptación tácita de los preceptos del realismo socialista, consiguió mantener incólume su creatividad.
Dmitri Xostakóvitx
Después de la muerte de Stalin en 1953, la música de Shostakovich se tornó más personal, lo que se tradujo en una larga serie de partituras dominadas por la idea de la muerte. Es el caso de sus tres últimas sinfonías. Tras la última, escrita en 1971, se refugió en su música de cámara, la más íntima: sus cuartetos de cuerda y su Sonata para viola y piano op. 147, donde el compositor encuentra el medio idóneo con el que expresar sus preocupaciones y miedos de manera privada. En esta última obra, Shostakovich imprime un sentimiento de resignación en toda la composición, contrapesado en cierta medida por un fuerte sentido de la serenidad. Al final, la obra parece ser la expresión del compositor que llega a un acuerdo con su destino. La Sonata para viola y piano es la pieza donde confluyen la represión, el miedo a la muerte y los pequeños homenajes a sus inspiradores.
Juan Luis Martínez
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David Fons se inicia en la viola de la mano de Vicente Ortiz y Luis Roig, siguiendo después con Luis Llàcer, Jesse Levine y Wilfied Strehle. Ha conseguido múltiples galardones, como el Premio de Honor de los Conservatorios Maestro Vert de Carcaixent y Conservatorio Superior Joaquín Rodrigo de Valencia, el primer premio en el Concurso Internacional de Viola Murcia 94 o el primer premio en el Concurso Bi-nacional Francia-España (Bayona 1995). En enero de 2019 publica su primer trabajo discográfico, Viola Oppression (Orpheus Classical), que contiene las sonatas de R. Clarke y D. Shostakovich para viola y piano —interpretadas con Kei Hikichi— y que ahora presenta en este concierto. David Fons toca con un viola Giacommo y Leandro Bisiach de 1954.
Kei Hikichi nace en Tokio. En el año 1997 se traslada a Roma, donde realiza un curso de posgrado de piano y música de cámara en la Academia Nazionale di Santa Cecilia con los maestros Sergio Perticaroli y Félix Ayo. Ha participado en numerosos cursos nacionales e internacionales de piano y música de cámara, junto a los profesores Hiroko Edo, Gyorgy Sebok, Mikhail Voskresensky, Ferec Rados, Joaquín Achucarro, Luciano Cerroni, Ulf Tischbirek, Hans-Dietrich Klaus y Dalton Baldwin. Durante el curso 2003-2004 trabajó con Christian Wetzel en la Musikhochschule Felix Mendelssohn de Leipzig.