El programa se centra en la figura de cuatro compositores con un especial interés por los instrumentos que constituyen la formación de este concierto, estableciendo un diálogo entre música tradicional y moderna con un punto juguetón y jovial, siempre esplendente. De Beethoven escucharemos una obra de juventud, el Op. 11, conocido como Gassenhauer-Trío. Una gassenhauer («canción popular») es una melodía sencilla que la gente interioriza hasta el punto de canturrearla o silbarla: esto pasó con L'amor marinaro ossia Il corsaro de Joseph Weigl (1766-1846). El tercer movimiento de Beethoven es una variación de una popular aria de esta obra.
Ludwig van Beethoven ca. 1804
A manera de contraste con Beethoven —y después con Brahms— el programa continúa con dos obras de reciente creación. En primer lugar, el trío del compositor catalán Josep Maria Guix titulado Ruidos de agua, inspirado en la sonoridad japonesa y sus haikus, seguido por Dolce, del compositor madrileño David del Puerto, una pieza de sugerente factura en la que las sonoridades de ambos instrumentos —clarinete y piano— se aúnan en una música llena de dulzura y brillantez.
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El compositor David del Puerto
Para finalizar, disfrutaremos de una de las grandes obras de cámara de Brahms, su Trio Op. 114. Deudor de la música de Beethoven e inspirado por su mentor Robert Schumann, Brahms despliega su soberbia maestría en una obra que rezuma nostalgia y pasión.
Las entradas son gratuitas y se repartirán (máximo dos entradas por persona) a partir de las 11 h en el vestíbulo del museo
Sin entrada no se podrá acceder al Salón de Actos
Luis Fernández Castelló es un «clarinetista de altos recursos técnicos parejos a un sentido musical de primera calidad estética», según la revista Scherzo. Distinguido con numerosos premios, destaca por sus interpretaciones de repertorio clásico y romántico, pero también tiene un especial interés por la música contemporánea, colaborando con muchos compositores actuales. Sus grabaciones —The Singing Clarinet y Leonardo Balada´s Chamber Music— han recibido numerosos elogios de la crítica.
David Apellániz, violonchelo. Formato en Francia con Jacques Doué, la persona que más decisivamente ha influido en su relación con la música fue el maestro Xavier Gagnepain. Ha actuado como solista con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, la Orquesta Gulbenkian de Lisboa, la Ensemble National de Lyon, la Orquestra Simfònica de València o la de cámara Reina Sofía, entre otras muchas formaciones de primer nivel.
Carlos Apellániz, piano. Empezó sus estudios musicales con la pianista Françoise Doué y perfeccionó su formación musical en el Conservatoire Nationale Superieur de Musique et Danse de París con Jacques Rouvier y Pascal Devoyon. Su sólida carrera lo ha llevado a ganar cinco primeros premios internacionales y desarrollar una ininterrumpida actividad musical que lo ha llevado a actuar por varios países de casi todos los continentes.