En un recorrido a través de las obras y de los temas representados en ellas, se nos ofrece una reflexión sobre el uso de la pintura en el que la tradición artística occidental es fagocitada en un ejercicio de canibalismo y cuyo resultado es la visión personal del pintor.

La obra de Jesús Herrera es una reflexión pictórica sobre los procesos de construcción de una imagen, pues sus pinturas aluden de manera erudita a otras obras de la tradición artística occidental a modo de metaimágenes y con una alta dosis de autorreferencialidad.

En el exterior, el artista, tomando como pretexto el romboedro que aparece en el grabado Melancolía I, y la xilografía Dibujante haciendo un desnudo de mujer -ambos de Alberto Durero-, Jesús Herrera Martínez construye una instalación/reflexión sobre la representación en la pintura. Sus diferentes composiciones nos introducen, a través del engaño de los sentidos, el uso y función de la perspectiva, el trampantojo, etc., en su propio imaginario, su universo creativo, sus referentes, sus gustos y sutiles tributos a los grandes maestros de la pintura.

Comenzamos el recorrido a partir de su investigación en Dinamarca sobre la obra del pintor holandés Albert Eckhout, quien entre 1637 y 1644 viajó a Brasil contratado por el Conde Johan Maurits van Nassau-Siegen, gobernador General del Brasil holandés, para explorar y documentar el "Nuevo Mundo" a través de bodegones y retratos. Sus frutas, verduras y habitantes exóticos a los ojos europeos, terminarán en la colección del Rey Frederik III de Dinamarca. 

En el proyecto de Jesús Herrera se invierte el sentido y la aproximación epistemológica o de conocimiento hacia el nuevo continente, presentándonos su visión en espejo de la sociedad danesa actual del mismo modo que Eckhout había proyectado la suya sobre el nuevo mundo. Dinamarca "nuevo mundo" para el artista, donde ha fijado su residencia. 

Continuamos el recorrido explorando las diversas estrategias utilizadas por el artista en los autorretratos y retratos para revelar el modo en que un pintor se representa a sí mismo o a los demás. Jesús Herrera en un juego basado en modernas técnicas biométricas, convierte la palma de la mano en un retrato a modo de paisaje, pero también explora la tradición cultural de la vanitas en sus autorretratos como decapitado.

Finalmente el boceto final del retrato de S.A.R La Princesa Heredera Mary para la Galería Nacional de Retrato de Dinamarca, Det Nationalhistoriske museum, Frederiksborg Castle, cierra el recorrido del trabajo de un artista que ha explorado y problematizado las miradas hacia el otro y hacia uno mismo.