Ni flores ni leches.
Dicífil decisión. 2004. Mavi Escamilla.
Uno de los diálogos fundamentales de Norma en El crepúsculo de los dioses remata: “Yo soy una gran actriz. Son las películas las que se han hecho pequeñas”. Lo dice en inglés, claro.
Si estuviese de buenas, porque ella es muy antipática, miraría condescendiente y con mala leche a la joven de la pantalla, como diciéndole:
—Aprovecha el tiempo, nena, porque los cambios de moda son devastadores. Aprovecha el momento y coge defensas para cuando las cosas sean diferentes y caigas en el pozo.
Norma desciende como una Star por la escalinata de su mansión. Ha despedido a los caballeros empolvándose frente al espejo.
—Cámaras. ¡Acción!
*
Licenciada en Bellas Artes en los ochenta, la ingobernable Mavi Escamilla ya empezó pintando de verdad y con valor ante la vieja risa de la calavera que bebe del elixir. Son sus cuadros de carne y sangre espesa, humores y amores verdaderos como puños golpeando la mesa.
—¿Cuál es la escena? ¿Dónde estoy?
—Esta es la escalera de palacio, Madame.
La autora de esta “Difícil decisión” pinta desde la libertad diegética, sin gesto, remontando la corriente profunda sin vertidos y a merced del deseo naranja y negro. Pinta contra todo reducto y sin adalides, perseverando sobre la recurrencia, cautivada por las imágenes haciéndolas suyas.
Su cuero no la releva de jugar en primera división mixta. Al fin, todos los hombres se arrojan a los pies de la trama, como en las mejores películas, y ella haría cualquier cosa por divertirse. La contrapuerta de su castillo revela una advertencia entre serpentines de colores: Alta tensión: Peligro de vida. La misma que deja el armazón a la vista. En su balcón, sobre la avenida, se riegan con la lluvia los pensamientos.
Fíjese usted, que en esta película ilustrada se pueden ver todos los lados de la pantalla. El origen es la imagen central en blanco y negro. Le rogamos nos diga si la obra al trasluz a su derecha es documental, de ficción o animación; cine de terror, thriller psicológico o comedia desmadrada, por no decir western. Para responder quizá no deba olvidar los criterios objetivos del triunfador poderoso. Una cuestión de formas. A debate: Una estipulación, la circunstancia, la categoría, el carácter, la índole y tu genio. La cualidad en un cuadro cálido.
Con las nudas verdades no existe diferencia entre las distintas palabras que se emplean para expresar la misma. Hay quien contempla el mundo como si una realidad excluyera a otra, como si cualquier cosa que no fuera su verdad debiera ser falsa. Y quien apueste a perder, gana.
—Cosas terribles han pasado en este negocio, responde Cecil. Espero no hayas perdido tu sentido del humor.
¿Amarillo? Limón.
Este vuelve a ser un gran año para las mujeres. El cuadro, cuanto más grande, mejor.
maría tomàs garcía
Mavi Escamilla (València, 1960) es licenciada en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València (1985). Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en ciudades como València, Barcelona, Toledo o Madrid, y en paises como Italia, México, Argentina, Namibia o Portugal. Ha participado en ferias internacionales como ARCO, Art Chicago, Miart de Milán, Preview Berlin Art Fair o The Emerging Art Fair de Berlín.