Su trabajo es a la vez íntimo y personal, así como público y político. Esto la ha llevado a desarrollar un discurso y un lenguaje necesariamente comprometidos. Todos los cuerpos que vemos en sus dibujos y murales, mujeres solitarias, salvajes, públicas o anónimas, a veces entretenidas o ensimismadas en la performatividad de sus acciones... nos proponen la necesidad de una autonomía social, ecológica y fuertemente crítica con un sistema patriarcal de organización de la vida. Una red de gestos mínimos bajo la forma de un murmullo ensordecedor que nos reconecta con la tierra, con los cuerpos, los animales, el conflicto, la regeneración social, con nosotras mismas... con nosotras todas.
HYURO no pintó en la calle; habló con la calle. Dialogó con todo aquello que nos rodea y que normalmente ni siquiera comprendemos. Nos propuso una conversación con nosotras mismas a través del que ella confesaba en sus dibujos. Nos propuso un lenguaje propio que permitiera escuchar lo que las paredes tenían que contarnos, con la idea que los cuerpos y no los espacios son lugares de contrapoder donde ejercer las formas más bellas de factura y justicia social. Lo hizo desde las prácticas artísticas, utilizando la poesía como forma y las paredes como campo de batalla. Desde la extrema e intensa vida pública en las ciudades, o desde la íntima tragedia de las vidas, HYURO entiende y murmura en voz alta que hay un tipo de belleza en las acciones comunes y en sus formas. Gestos de reconocimiento, donde nos enfrentamos a la evidencia que aquello salvaje es un estado primario en el cual todas podemos ser iguales: las personas que vemos en sus dibujos no son nadie y somos cada una de nosotras...
Esta exposición es un recorrido, de formato abierto, por la producción artística de HYURO a través de algunos conceptos que atraviesan su obra, como por ejemplo la autorepresentación, la metamorfosis, la noción de colectividad y las acciones cotidianas como actos políticos. Dibujos, carteles, serigrafías, cuadernos, registros fotográficos y muchas de sus ideas inéditas que podemos ahora imaginar sin prisa, como si leyésemos un cuaderno de viaje que nos ofrece una perspectiva tan personal y poética como consciente del mundo.
(Buenos Aires 1974 - València, 2020) ha desarrollado muchos de sus proyectos en Argentina, en el Brasil, en México, en los Estados Unidos, en Marruecos o en Túnez; así como en gran parte de Europa. En España, ha participado de un gran número de exposiciones y festivales, pero es en València donde ha desarrollado la parte más importante de su trayectoria. Y a pesar de que muchas de sus obras se han desvanecido con el paso de los años, todavía podemos encontrar algunas de sus pinturas en el centro de la ciudad, en paredes de solares y en tapias de edificios abandonados.